domingo, 8 de septiembre de 2013

ULTIMOS AÑOS...

Luego del golpe de estado de 1955, que derrocó al presidente constitucional Juan Domingo Perón, la mayor parte de los dirigentes de este partido pasaron a la clandestinidad o al exilio. En este proceso, denominado «la Resistencia Peronista», nace en Santiago del Estero la primera guerrilla argentina, los Uturuncos.
Hacia fines de la década de 1950, un intelectual santiagueño, Francisco René Santucho funda lo que sería el embrión de la mayor guerrilla política de los años por venir, el Ejército Revolucionario del Pueblo.
Se suceden gobiernos ilegítimos por la proscripción del peronismo, partido mayoritario, hasta 1973, año en que gana las elecciones el candidato peronista: Carlos Arturo Juárez. Le toca gobernar en un período acuciado por las luchas armadas en la Argentina y finalmente es derrocado por un golpe militar.
En Santiago del Estero la represión también se ensaña con los jóvenes, perseguidos por las fuerzas policiales y militares, torturados y asesinados. Se calcula que hubo unos doscientos desaparecidos en esta provincia durante la dictadura militar (1976-1983).
Finalmente la dictadura declina, y debe llamar a elecciones en las que triunfa nuevamente el candidato peronista, Carlos Arturo Juárez. En las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del siglo actual, la provincia estuvo bajo el férreo control del gobierno personalista y autoritario de Carlos Arturo Juárez. Desde que fuera elegido por primera vez en 1948, Júarez dominó la política local con escasas interrupciones, ya sea directamente o a través de testaferros políticos.
Al finalizar su quinto mandato, siendo ya muy anciano para gobernar, el viejo caudillo llevó al triunfo en las elecciones de 2002 a una fórmula en que su esposa, Mercedes «Nina» Aragonés de Juárez, era la vicegobernadora. Pero el gobernador titular, Carlos Díaz, fue presionado a renunciar, asumiendo el mandato la esposa del caudillo.
A poco de asumir, un hecho policial que salpicó al entorno juarista, despertó el interés del gobierno y los medios de comunicación nacionales, contribuyendo a correr el velo que ocultaba el grave deterioro institucional de la provincia. Todos estos acontecimientos enmarcaron lo que fue "El Santiagueñazo". Por este motivó el Gobierno Nacional decretó la intervención de la Provincia mediante la ley 25881, promulgada el 1 de abril de 2004.5 Nina Juárez fue destituida y fue encarcelada junto con su esposo, bajo cargos de corrupción. Como interventor fue designado Pablo Lanusse, que asumió el 2 de abril de 2004.
Luego de un año de intervención federal, se logró revertir las irregularidades en la violación a los derechos humanos. En febrero de 2005 se convocó a elecciones para renovar las autoridades provinciales, resultando electo como gobernador el radical Gerardo Zamora, quien asumió el 23 de marzo de ese año.

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